Tengo que decir antes de nada que este tema también me ha gustado mucho, sobretodo me he entretenido y divertido pensando en la semana cultural que quería preparar.
No es la primera vez que hago una actividad así, puesto que en mis prácticas el primer año de mi antigua carrera tuve la suerte de coincidir con una semana cultural.
Yo estudiaba en Valladolid y por desgracia acababa de fallecer el escritor vallisoletano Miguel Delibes. Allí era muy querido por todos y la verdad es que estaban muy tristes, por lo que decidieron dedicarle una semana cultural de la que afortunadamente me ofrecieron participar e incluso ayudar a organizar y yo por supuesto ¡estaba encantada! Acababa de llegar y ya me habían asignado un cargo importante por lo que puse todas las ganas y la ilusión posible en ello, me documenté sobre la persona y realice una especie de juegos y gymkana para todos y la verdad que todo salió muy bien, los niños se lo pasaron pipa y todos me felicitaron. Yo, como no, estaba que no cabía más en mí. Me emocionó mucho que todo el esfuerzo hubiese merecido la pena y que disfrutaran tanto. Desde aquí gracias al colegio Juan XXIII Discípulas de Jesús por todo!
Por ello me ha gustado tanto esta actividad, he vuelto a recordarlo y como buena toledana y manchega que me considero, he barrido un poco para casa al elegir el tema de la semana cultural, porque me encanta la historia y porque me la han repetido hasta la saciedad! además ¡no sabéis lo que disfrutaba viendo sus dibujos a la hora de comer!
Desde mi experiencia tan cercana decir que creo que es muy importante realizar este tipo de actividades con los niños dirigidas a la literatura y a sus obras y autores. Con ello podemos acercarles a estas grandes obras tan importantes y de manera más lúdica y dinámica para que tengan entusiasmo y ganas de saber, motivándoles así a conocer otras obras de ese autor y de otros.
Creo que hoy en día tenemos recursos más que suficientes para realizarlas y porsupuesto, siempre debe estar presente la mente creativa del docente que es el que mejor conoce a los niños y sabe qué actividades pueden encajar perfectamente y divertirles.
Es una pena que grandes obras e importantes autores de la Literatura española se pierdan o cada vez se conozcan menos. Normalmente tendemos en culpar a los niños de ello pero en mi opinión son algunos docentes más culpables, al no saber motivar al niño en su aprendizaje diario. Si les marcamos una rutina y nada dinámico es normal que un niño se aburra y desmotive con esa asignatura.Creo que el aprender y divertirse no tienen porque estar enfrentados, simplemente hay que buscar la forma de crear un ambiente adecuado conjunto.
Desde aquí animo a todos los profes o futuros profes que leáis esto a hablar con vuestro centro y organizar actividades de este tipo para trabajar las grandes obras literarias. Estoy segura de que el resultado será más que gratificante para vosotros y muy positivo para los niños que no solo disfrutarán sino que aprenderán y tendrán más ganas de alimentar su mente literaria.
¡Ánimo! =)
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